lunes, 16 de junio de 2008

El itinerario cidiano (I)

El Portillo de la Traición en Zamora..., puede que éste sea el verdadero punto de inicio del itinerario del destierro. ¿Por qué se inicia en Vivar, y no en Zamora?

Precisamente, es en Zamora donde Sancho II, rey de Rodrigo, muere a manos de Bellido Dolfos, y el Cid no puede hacer nada para salvarle, ya que estaba desarmado, sin cinto ni espada, ni espuelas con que azuzar a su caballo para acudir veloz como el rayo. Y es ahí donde lanza su famosa frase:

"¡Malhaya caballero sin espuelas que no puede defender a su rey!"

Es en Zamora donde, a partir de este despiste, tanto del caballero como del rey, donde Rodrigo, se juró vengar a su rey buscando el culpable de su muerte,y para exculpar a su nuevo rey, Alfonso VI, le obligó a jurar en Santa Gadea que no tuvo parte en tal magnicidio. Este imposición fue vista como una afrenta por Alfonso, que a la mínima ordenó su destierro hasta tres veces.

Así pues, se puede considerar Zamora cómo el origen del destierro del Campeador, y precisamente de aquí tendría que partir la traza de esta ruta.



Dejemos esta tesis para centrarnos en lo que nos ocupa, que es el itinierario que vamos a seguir. Como ya he indicado en anteriores entradas de este blog, la traza a seguir es la que el Consorcio Camino del Cid ha elaborado como "oficial" teniendo en cuenta los lugares mencionados en el Cantar del Mio Cid, y que además incluye los viajes de las hijas del Cid, Doña Elvira y Doña Sol (en realidad, María y Cristina). Así cómo algún viaje o conquista de su lugarteniente Álvar Fáñez.






EL lugarteniente Álvar Fáñez










y al audaz Martín Antolínez











La salida se realiza desde la Legua 0, sita en Vivar, aunque más bien debiera empezar un poquillo más al norte, a 1,8 km., en Sotopalacios, casa solariega de Rodrigo, donde es de suponer que recogió sus bártulos para partir hacia la frontera de Castilla y salir del reino en los 9 días ordenado por su rey alfonso VI.

Tras avanzar hacia Burgos y acampar extramuros, en la glera a la espera de sus leales, cuyas imágenes iremos reproduciendo, comenzando por el propio Álvar Fáñez y Martín Antolinez, posiblemente personaje de ficción creado por el autor de El Cantar, dotando a este caballero burgalés de gran audacia y lealtad.

Se sigue por el Monasterio de San Pedro de Cardeña, para llegar hasta el Monasterio de Santo Domingo de Silos, donde hay que deleitarse con los maravillosos claústros y los magníficos cantos gregorianos de los dominicos. Previamente hay que pasar por Mecerreyes y Covarrubias.













Abandonado Silos, llegamos a Castillejo de Robledo, donde se supone que los infantes de Carrión mancillaron a las hijas del Cid, y a la vez esposas de éstos. Antes pasamos por Pinarejos, Huerta de Rey y Langa de Duero. Para conluir en San Esteban de Gormaz y su espléndido castillo, sin dejar de pasar por alto esos maravillosos caldos que produce la ribera del Duero.


















De San Esteban se sale en dirección a Alcubilla del Marqués y El Burgo de Osma, para la contemplación igualmente de sus fortalezas, auténticos nidos de águilas. Navapalos, Gormaz con su fortaleza más larga del mundo y Berlanda de Duero, de gran riqueza cultural y arquitectónica, son los siguientes puntos por los que hay que pasar.

Llegamos a Miedes de Atienza, primer pueblo de la provincia de Guadalajara y frontera de Castilla, donde Rodrigo abandonó el reino a los 9 días de su partida con 300 caballeros y un número indeterminado de hombres a pie.

Despues de Miedes, llega Atienza "una peña muy fuerte", villa medieval con plazas soportaladas, dominada por su castillo. Merece la pena su visita.









Avanzamos hacia Medinaceli, pero previamente damos una vuelta hacia Robledo de Corpes, donde algunos autores sitúan la famosa afrenta de Corpes a Dña. Elvira y Dña. Sol, por parte de los de Carrión. Seguimos hacia Castejón de Henares, tomada por el Cid por tener la arcas vacías y estar necesitado de víveres y pagar la soldada, no sin antes pasar por Jadraque, cuyo castillo está ubicado en el cerro más perfecto del mundo, alzándose sobre el valle del rio Henares.

Desde Castejón, se puede uno desviar hacia Guadalajara pasando por Hita y su casa archiprestal, bajo sus balcones el arcipreste escribió "El Libro del Buen Amor", y sólo sabe él a que lozana se lo dedicó. Sin embargo este desvio, conocido por la Algarada de Álvar Fáñez, nosotros no vamos a trazarlo, de forma que de Castejón vamos directamente a Sigüenza por la garganta del rio Dulce, para visitar su Doncel, sito en la catedral, y continuar hacia Anguita y Maranchón, para llegar hasta Medinaceli.






Medinaceli, nuevamente en la provincia de Soria, se supone que en tiempos del Cid siempre estuvo en manos musulmanas. De esta villa salimos por la cuenca de Jalón, para pasar por Santa María de Huerta, Ariza y Cetina, donde Quevedo contrajo matrimonio de conveniencia en segundas nupcias.

La traza es conveniente que termine en una de sus etapas en Alhama de Aragón, villa de origen musulmán, con unas aguas medicinales y termales que harán que el viajero reponga fuerzas y ánimos en su destierro.

Despues de esta renovación, continuamos por Bubierca y Ateca. Cerca de esta villa, el Cid puso su campamento en un otero "redondo, fuerte y grande", lugar donde el Cantar ubica la batalla más dura y sangrienta que libró el Cid, que contra tres mil musulmanes, nuestro Campeador sale victorioso, a pesar de estar en inferioridad numérica, sin agua ni alimentos, pero los cantares de gesta son así, ya que históricamente parece que nunca tuvo lugar esa batalla, a pesar de haber conseguido un considerable botín de "oro, plata", "de escudos y de armas", "e quinientos diez caballos". Este es el lugar donde se encuentra el castillo de Alcocer.

En lugar de proseguir hacia Calatayud y visitar su esplendida torre mudéjar, nos deviamos hacia Munébrega, cerca de la cual está el Parque Natural del Monasterio de Piedra, un desvio interesante de la traza, si la planificación nos lo permite. Seguimos hacia Acered y Manchones, que preceden a Daroca, villa de corte medieval amurallada.








El enemigo Bucar









y el leal Galín García.









Hasta aquí el "cuenta" nos marcaría 782 km. y nuestras piernas posiblemente nos pidan algún descanso despues de 8 días de pedaleo, para poder afrontar las siguientes etapas.

En Daroca, el escritor de este blog, también decide hacer un alto en el teclado y dejarlo para mañana.

1 comentarios:

sainzajump dijo...

calan, de parte de sainzajump

ERES UN MONSTRUO por el proyecto que vas a hacer, algún día podré seguir tus pasos,

ANIMO